La salud dental es una de las bases del bienestar general, pero a lo largo de los años se han generado muchos mitos sobre la salud dental. Creelos puede llevarnos a poner en riesgo nuestra boca.
Desde ideas heredadas hasta consejos populares sin base científica ninguna, desmentir estos conceptos es esencial para mantener una sonrisa sana y prevenir problemas a largo plazo.
En el artículo de hoy abordamos los mitos más comunes, por qué son incorrectos y qué evidencia existe frente a ellos para poner en práctica hábitos que protejan tus dientes y encías.
Mito 1: si los dientes no duelen, no hay caries
- Realidad: las caries no siempre cursan con dolor en sus primeras fases. De hecho, muchos problemas dentales comienzan sin ninguna molestia y solo se detectan durante las revisiones periódicas. Ignorar esta realidad puede llevar a complicaciones como infecciones o tratamientos más invasivos.
- Nuestra recomendación: acude a revisión, al menos una vez al año, para detectar cualquier problema antes de que se vuelva más grave.
Mito 2: blanquear los dientes daña el esmalte
- Realidad: cuando el blanqueamiento se realiza bajo supervisión profesional, los tratamientos de blanqueamiento son seguros y no dañan el esmalte. El problema surge cuando utilizamos productos caseros sin control, con concentraciones o técnicas inadecuadas.
- Nuestra recomendación está clara en este caso: acudir a consulta para encontrar la mejor forma, segura y controlada, de devolverle la belleza a tu sonrisa.
MIto 3: solo el azúcar causa caries
- Realidad: el consumo de azúcar aumenta el riesgo de caries, pero no es el único factor. Una higiene oral deficiente, la genética, el flujo salival y algunos hábitos alimenticios influyen en su aparición.
- Nuestra recomendación: mantén una rutina de cepillado adecuada, usa cada día el hilo dental y revisa tu dieta en conjunto, no solo la cantidad de azúcar.
Mito 4: los niños no tienen que usar hilo dental
- Realidad: la limpieza interdental es fundamental a cualquier edad. El hilo dental previene la acumulación de placa entre los dientes, allí donde el cepillo no llega, reduciendo el riesgo de caries y enfermedad periodontal.
- Nuestra recomendación: enseña a los niños a usar el hilo para que adquieran el hábito y lo mantengan a lo largo de toda su vida. Esto previene muchos problemas más graves.
Mito 5: Si las encías no sangran, es que están sanas
- Realidad: las encías pueden estar enfermas aunque no sangren. La gingivitis y la periodontitis pueden avanzar sin síntomas llamativos, provocando pérdida ósea y la eventual pérdida de piezas dentales.
- Nuestra recomendación: acude a tus revisiones periódicas y observa otros signos de alerta como encías enrojecidas, inflamadas o retraídas. En estos casos, la prevención es más efectiva que el tratamiento.
Desmentir los mitos sobre la salud dental nos ayuda a entender mejor nuestra boca y cómo cuidarla, además de protegernos de tratamientos innecesarios y hábitos perjudiciales. Es fundamental acudir a profesionales que evalúen nuestro caso de manera individual con información basada en la evidencia científica.
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